Bruxismo emocional: ¿qué te dicen tus dientes sobre tu salud emocional?

El bruxismo emocional es una de las consecuencias más comunes del estrés y la ansiedad, y puede tener un fuerte impacto en tu salud bucodental. Apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche, no solo afecta el esmalte dental, sino que también puede provocar dolores mandibulares, cefaleas y contracturas musculares.

Aunque muchas personas lo asocian a problemas mecánicos de la mordida, lo cierto es que el origen emocional del bruxismo es cada vez más común en consulta. Y lo preocupante es que suele pasar desapercibido hasta que el daño ya está avanzado.

¿Cómo saber si sufres bruxismo emocional?

Los síntomas más frecuentes del bruxismo emocional incluyen tensión en la mandíbula, desgaste prematuro de los dientes, dolor al masticar, ruidos articulares y dolores de cabeza persistentes. En muchos casos, los pacientes no son conscientes de que rechinan los dientes, ya que ocurre de forma inconsciente mientras duermen.

El estrés prolongado, la ansiedad o incluso situaciones de frustración mantenida en el tiempo pueden desencadenar este hábito involuntario. Por eso, abordar el bruxismo emocional requiere tanto un enfoque odontológico como psicológico.

Tratamiento y prevención

El tratamiento suele incluir férulas de descarga para proteger los dientes durante la noche. Pero también se recomienda valorar el estado emocional del paciente. La terapia psicológica, técnicas de relajación o incluso la fisioterapia mandibular pueden ser aliados clave.

Si notas alguno de estos síntomas, no lo ignores. Tus dientes pueden estar avisándote de un desequilibrio emocional.

¿Te sientes identificado con estos síntomas? No esperes a que el daño sea irreversible.
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