Cuando, en nuestra clínica dental en Terrassa, ofrezco a los pacientes las alternativas de tratamiento ante un edentulismo (falta de piezas dentales), les suelo decir que hay tres tipos de tecnologías.
Tecnología del siglo XXI.
Es la que utiliza los implantes y los injertos de hueso.
Si faltan todos los dientes, se pueden reponer con una prótesis fija, que se apoya sobre 4 o 6 implantes, dependiendo del hueso disponible. Se puede ofrecer la carga inmediata, cuando el paciente se va con dientes fijos en la misma sesión, o la carga diferida, cuando se ponen los dientes fijos al cabo de 3 o 6 meses, según sea abajo o arriba respectivamente.
Si hay que quitar dientes en mal estado, se pueden poner los implantes en la misma sesión que se quitan las piezas y poner injerto de hueso.
En definitiva, en función del hueso disponible y de si las piezas dentales se han extraído hace tiempo o hay que sacarlas, se pueden hacer distintas combinaciones según las necesidades y disposiciones del paciente.
Las técnicas de injerto de hueso permiten poner implantes donde hasta hace pocos años no era posible. Según si la falta es en el maxilar o en la mandíbula o según si falta en altura o en anchura, se utilizará una técnica diferente.
Si existe un mínimo de hueso remanente, se pueden poner el injerto y los implantes en la misma sesión o, de lo contrario, realizarlo en dos tiempos quirúrgicos.
Con estas técnicas, se puede reponer desde una sola pieza ausente hasta toda la boca completa y con los dientes fijos.
Tecnología del siglo XX
Se trata de los tradicionales puentes fijos, que se apoyan en una o varias piezas por delante y en una o varias piezas por detrás del espacio sin dientes.
Esto lleva haciéndose más de cien años. El inconveniente es que se necesitan piezas de apoyo delante y detrás, y que estas piezas se deben rebajar. Es una técnica segura, que se sigue realizando cuando el paciente presenta contraindicaciones quirúrgicas o se quiere resolver el problema de una forma rápida, puesto que en 2-3 semanas suele estar colocado el puente.
Actualmente, sin embargo, se pueden ofrecer materiales como el zirconio, sin metal, que, además de ser más estético, evita intolerancias o alergias a metales.
Tecnología del siglo XIX
Aquí tenemos las prótesis removibles que el paciente debe quitarse y limpiar después de las comidas y, además, debe quitarse por la noche para que la encía descanse.
Si quedan dientes donde apoyarse, lo hacen a través de ganchitos. Asimismo, se pueden fabricar con estructura metálica o completamente de resina, según el estado de los dientes remanentes y la previsión de que, en breve, se deban añadir más piezas al aparato o no.
Es lo más económico y siempre se pueden considerar algo provisional para que al menos no se muevan los dientes de posición y poder masticar mejor. Tienen el inconveniente de cierta incomodidad y falta de estética, ya que los ganchos se pueden ver. Con el tiempo, se deben ajustar, porque se apoyan en la encía y esta desciende progresivamente.
Si necesitas recuperar parte o la totalidad de los dientes perdidos, en nuestra clínica dental, podemos ayudarte a ello. Cuenta con nuestros expertos en tratamientos de implantes dentales en Terrasa y vuelve a sonreír.
